La presentación de Robert Plant, una de las más esperadas del festival Cruïlla, en Barcelona, España, resultó todo un éxito, a pesar del carácter ecléctico y variopinto del público presente.
El cantante, que se niega a reunir a Led Zeppelin, y cuyas arrugas ya surcan su rostro, conserva íntegramente la voz que le brindó el título de uno de los mejores cantantes de rock de la historia.
Efectivamente, sigue tocando algunos temas de su antigua banda, tales como “The Lemon Song” y “Rock and Roll”, pero la prioridad la tiene Sensational Space Shifters, su nuevo proyecto en el que el rock se encuentra con los sonidos africanos que trae el músico gambiano Juldeh Camara, y cuya presencia en la banda se hace notar.
Probablemente la mayoría quería más Zeppelin, pero al final el público supo amoldarse a lo que traía el maestro.