Pasaron cuatro años para que Lorde lanzara su segundo álbum después de su debut en el 2013 que la posicionó como una de las mejores voces femeninas del pop anglo. Oriunda de Auckland, Nueva Zelanda, se convirtió en un éxito de ventas y reproducciones con «Pure Heroine». El primer vistazo de este nuevo disco llamado «Melodrama» fue «Green Light».
En esta ocasión la cantante muestra un lado más íntimo. «Viene de lo más profundo. En sus momentos más débiles te sorprende la sensación de Lorde luchando por asegurar su individualidad en medio de música muy genérica», señaló el diario británico The Guardian. Asimismo, Variety sostuvo que Lorde «cumple con su edad» con esta nueva producción, mostrando su trabajo como representante de las vivencias de un millenial a los 20 años.
Sin embargo, aun así captan un grado de madurez musical en esta nueva estapa, «sigue siendo un disco predominantemente serio, pero sus momentos más livianos son muy divertidos y el todo es tan bueno que hace que el precoz primer álbum parezca un juego de niños» indicó el medio.
La revista Rolling Stone reseñó que Lorde da señales de un nuevo orden al sustituir la tendencia electrónica de su disco anterior por solitarios acordes de piano. Este nuevo trabajo ha recibido tanta buena crítica que incluso algunos lo consideran superior a su debut musical.
En esta ocasión la neozelandesa trabajó con el productor y compositor Jack Antonoff, reconocido por su trabajo con el grupo Fun y artistas como Taylor Swift y Sara Bareilles.