Maroon 5 desató una lluvia de fuego y cohetes en una actuación mediocre que solo brilló por unos momentos a ritmo de tambores con «Girls Like You» y que ignoró la polémica racial que ha rodeado a la gran final de la liga de fútbol americano, el Super Bowl.
Uno de los aspectos más comentados fue la decisión del líder del popular grupo de pop rock, Adam Levine, de ir desnudando su torso mientras avanzaba el espectáculo: apareció con una chaqueta negra con una raya roja y acabó sin camiseta, luciendo tatuajes, incluido uno con el nombre del estado de California. Sin embargo, para muchos, el mejor momento llegó a mitad de la actuación cuando un coro y un grupo de músicos con tambores se unieron a Levine para entonar el single que lanzaron el año pasado «Girls Like You».
Unas 100 millones de personas estaban siguiendo la actuación de Maroon 5 desde casa y, para ellos, también hubo algún guiño. En concreto, la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) mostró durante unos segundos unas imágenes del personaje de animación Bob Esponja para homenajear a su creador, Stephen Hillenburg, que murió el pasado mes de noviembre a los 57 años. Bob Esponja y Maroon 5 no fueron las únicas estrellas del intermedio del Super Bowl. Los raperos Travis Scott y Big Boi también saltaron sobre el escenario.
Scott entonó parte de su tema «Sicko Mode», que ha sido muy censurado en televisión; mientras que Big Boi entró por la puerta grande montado en un coche clásico mientras el público le aclamaba y, luego, se subió al escenario con un abrigo de piel mientras cantaba un segmento de «I Like The Way You Move». Todos cantaron sobre un escenario en forma de «M» gigante que se extendía a lo largo de más de 36 metros en el terreno de juego y que lanzaba cohetes y columnas de fuego.
Ninguno de los artistas hizo referencia a la polémica racial que rodea la final del Super Bowl y su actuación no tuvo ninguna sorpresa, evitando a la liga de fútbol americano cualquier dolor de cabeza.