La reina del soul, Aretha Franklin, ha fallecido este jueves en Detroit a los 76 años tras pasar toda la semana en un estado de salud muy delicado. La diva se encontraba batallando con las secuelas de un cáncer de páncreas que le fue diagnosticado en 2010.
Franklin, que nació en pleno Memphis en 1942, deja consigo himnos para toda la vida como Respect, Think o Chain of fools, y una carrera en la que se convirtió en una auténtica pionera en la lucha por los derechos de las mujeres y los negros, causas por las que también se manifestaba en sus canciones. Aretha fue una revolucionaria que a comienzos de los años 60, cuando el racismo estaba todavía presente en EEUU, se convirtió en una de las estrellas más brillantes de todo el firmamento de la música moderna. Fue, de hecho, la primera mujer en entrar en el salón de la fama del Rock and Roll.
Adicta a su profesión Aretha Franklin sólo se retiró cuando lo vio estrictamente necesario. Fue a los 75 años, cuando la salud y el cansancio le dieron el primer aviso. Prefirió dar un paso atrás antes de que su luz se apagara encima de los escenarios.