En mayo pasado, Pitt, de 53 años, en su primera entrevista desde que se anunció el divorcio con Jolie, de 42, reconoció que su adicción al alcohol generó problemas en su matrimonio
El escandaloso divorcio entre Angelina Jolie y Brad Pitt se encuentra “suspendido”, según medios estadounidenses que citan fuentes cercanas a la (por ahora) ex pareja.
Los últimos reporten indican que entre los actores muchas cosas “han cambiado” desde que en septiembre pasado anunciaron su separación tras una década juntos.
“Es cierto que el divorcio no está avanzando. Están tomándose un respiro y viendo lo que sucede“, aseguró un informante al medio Entertainment News, que fue el primero en informar la interrupción de los trámites legales.
«Ambos han dado prioridad a los niños pero nada significativo ha cambiado en su relación», agregaron las fuentes cercanas a la pareja de actores.
Por su parte, la ganadora del Oscar se mudó con sus seis hijos a una mansión de USD 25 millones en Los Ángeles, una decisión que en declaraciones a la revista Vanity Fair consideró que fue “un paso salto adelante”.
Según el mencionado sitio, las estrellas de Hollywood están reconsiderando la situación ya que “quieren asegurarse de que están haciendo lo correcto”. Jolie habría tomado tal decisión debido a los progresos de Pitt, quien hoy está lejos la bebida y continua con sus sesiones de terapia.
La revista US Weekly incluso asegura que Jolie sigue enamorada de Brad y que, después de que el actor admitiera sus problemas con el alcohol, quiere volver con él. Gran parte de la culpa de la ruptura había sido atribuida a esta afición a la bebida del actor, quien llegó a admitir que había llegado a convertirse en un «profesional» del alcohol.
En la demanda de divorcio fue la actriz la que reclamó la custodia de los niños. Angelina Jolie y Brad Pitt tienen seis hijos de entre 6 y 16 años, tres adoptados -el camboyano Maddox, el vietnamita Pax y la etíope Zahara– y tres biológicos –Shiloh y los gemelos Knox y Vivienne-.
El actor, sin embargo, que tras el anuncio de la ruptura abandonó su residencia de las colinas de Hollywood, donde solía pasar el tiempo junto a su esposa e hijos y se mudó a casa de un amigo en Santa Mónica(California), había expresado su deseo de seguir luchando por la custodia compartida.