La etapa de adolescencia de la artista, Demi Lovato, estuvo rodeada entre alcohol y drogas, especialmente la cocaína, al menos una vez por hora.
La cantante de 23 años, hace cuatro años que vive en plena sobriedad, no obstante reconoció a la revista Refinery 29, mediante una entrevista, que no ha sido fácil librarse de la autodestrucción en la que estaba sumergida.
“Antes de entrar en sobriedad, yo era una de esas personas a quien no le importaba nada (…) Usé cualquier excusa que estuviese a la mano para hacer lo que me diera la gana. Era una pesadilla a la hora de trabajar”, dijo a la publicación, según reseña el portal Variety latino.
Lovato mantenía a sus padres y les recordaba que era ella quien pagaba las deudas de la casa. “Algunas personas piensan que al ser joven no me puedo mantener sobria, esas son las cosas que quiero probarme a mí misma”, afirmó la interprete.