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Licorice Pizza se estrena en Venezuela

Licorice Pizza es la historia de Alana Kane y Gary Valentine en el Valle de San Fernando, California en 1973, mientras ellos crecían, se divertían y se enamoraban. Escrita y dirigida por Paul Thomas Anderson (Boogie Nights, Magnolia, Phantom Thread), Licorice Pizza sigue la pista al traicionero recorrido del primer amor.

 

Criados en el Valle de San Fernando, Alana Kane (papel que interpreta Alana Haim) y Gary Valentine (Cooper Hoffman), no se conocían hasta el día de la toma de fotografías en escuela secundaria donde estudia Gary. Alana ya no es una estudiante, sino una joven que busca encontrarse y definirse a sí misma más allá de su aburrido trabajo como ayudante de fotógrafo. Gary ya es un actor consolidado —y se apresura a decírselo a Alana en un intento de impresionarla. A ella le divierte y se siente intrigada por la confianza sobrenatural de él y entablan una relación sincera, aunque incómoda. Buscando fortalecer su conexión con Alana, Gary consigue una oportunidad para que ella sea su acompañante durante una presentación en la televisión de Nueva York, e impulsivamente, ella acepta.

 

La presentación en la televisión no sale exactamente como estaba prevista y, una vez de regreso en California, cada uno de ellos se cuestiona su futuro. Con el tiempo y a medida que su amistad crece, Gary busca oportunidades profesionales fuera de la actuación y se convierte en un emprendedor en ciernes que vende camas de agua y abre un salón con juegos de pinball; y Alana se plantea seriamente su futuro (incluyendo una incursión en la actuación). Por su cuenta o en conjunto, Gary y Alana experimentan una serie de epifanías que son a la vez divertidas y agridulces: encuentros cercanos con un actor famoso (interpretado por Sean Penn), un productor de Hollywood (que interpreta Bradley Cooper) y un político local (Benny Safdie). Tanto conscientes de sí mismos como en los cabos sueltos, Alana y Gary atraviesan un tiempo y un lugar que conlleva la emoción del primer amor, la entrada en la edad adulta y el descubrimiento de un potencial recién descubierto —quizás, sobre todo, el uno en el otro.

 

 

Licorice Pizza

Sesión de preguntas y respuestas con el escritor y director de Licorice Pizza Paul Thomas Anderson y la actriz Alana Haim moderada por la novelista Rachel Kushner, realizada en noviembre de 2021

 

Rachel Kushner es la autora de las exitosas novelas a nivel internacional THE MARS ROOM, THE FLAMETHROWERS, y TELEX FROM CUBA, así como de un libro de historias cortas titulado THE STRANGE CASE OF RACHEL K. Su nuevo libro, THE HARD CROWD: ESSAYS 2000-2020 fue publicado en abril de 2021. Ha ganado el premio literario Prix Médicis y ha sido finalista para recibir reconocimientos como el Booker Prize, el premio del Círculo nacional de críticos literarios, el Folio Prize, el James Tait Black Prize, el Dayton Literary Peace Prize, y dos veces finalista al National Book Award in Fiction. Le otorgaron la beca de la Fundación Guggenheim, ganó el premio Harold D. Vursell Memorial que entrega la Academia estadounidense de artes y letras. Sus libros han sido traducidos en veintiséis idiomas.

 

Alana Haim: Creo que debo presentarnos —Alana Haim, Paul Thomas Anderson.

 

Paul Thomas Anderson: Y Rachel Kushner.

 

Rachel Kushner: Felicitaciones a los dos. Es abrumador ver esta película en 70 mm y en una pantalla tan grande. Es como tener los rostros de los dioses mirándonos durante dos horas, y de repente aquí está Alana, uno de ellos en carne y hueso. Vi por primera vez Licorice Pizza hace un mes y ya no puedo esperar para verla de nuevo. El tiempo pasa increíblemente bien por ella, tiene tanto, es tan deliciosa y tan conmovedora.

 

Alana, Paul te envió el libreto por correo electrónico, y tú lo leíste. ¿Qué pensaste del guión y acerca de que Paul te hubiera seleccionado como la estrella de su película?

 

Alana Haim: Fue algo inesperado. Recibí el correo electrónico de Paul, que no tenía asunto e incluía un documento en Word. Como no tenía ese programa en mi teléfono celular, tuve que descargarlo, le di formato al documento, y leí el guión.

 

Yo estaba en Londres, frente a la estación de tren de St. Pancras, un sitio muy pintoresco. Sentada en un balcón mirando hacia la estación de tren, leí el guión cinco veces esa noche y me enamoré de Gary y Alana, me sentía emocionada y ya quería ver la película terminada. Paul me dijo, “¿Por qué no intentas leerlo en voz alta?” Entonces empecé a partir de ahí e hicimos muchas pruebas delante de la cámara, y estoy segura de que si las mirásemos de vuelta eran… mejoré, por fortuna. Todo comenzó a partir de ese momento y fui honrada con la oportunidad de ser parte de esta película.

 

Paul Thomas Anderson: Quiero agregar algo: parecía que cuanto más le decía a Alana que estábamos haciendo la película, me miraba más confundida, pensando… Supongo que ella pensaba “tal vez esto no vaya a suceder” o “quizás esto no es real”, y eso me tenía muy frustrado… La conocía lo suficientemente bien como para ver una mirada en sus ojos que decía: “No creo que esto realmente vaya a pasar”.

 

Rachel Kushner: Paul, ¿qué te hizo pensar que Alana, que no tenía experiencia en la actuación, podía ser una actriz tan poderosa? Yo escribo novelas, y si bien no sé nada acerca de hacer películas, cuando pienso en directores trabajando con personas que “no son actores”, me viene a la cabeza Robert Bresson, quien era muy famoso porque no permitía que la gente que participaba en sus películas siquiera leyera el guión. Bresson simplemente les decía cómo caminar, hacia dónde mirar, y qué decir. Pero Alana –ella es totalmente diferente, porque actúa de verdad en la película. La profundidad del personaje que interpreta la hace involucrarse en todo. ¿Cómo supiste que ella podría lograrlo?

 

Paul Thomas Anderson: Bueno, supongo que yo tenía razón. Durante una temporada trabajé con ella y con sus hermanas con su banda de música, y fue una sensación intuitiva más que cualquier otra cosa. Probablemente tuvo mucho que ver que ya la conocía personalmente para darme cuenta que su ferocidad, su apetito y su talento eran increíblemente grandes. Sí, puede haber una brecha entre eso y actuar en una película, pero el trabajo que habíamos hecho en los videos musicales fue una muy buena pista, y por más que yo estaba involucrado en todo, sabía que algo se me podría escapar y entonces tendría que buscar otra salida. Cuando empezamos con las pruebas, para mí estaba muy claro que ella iba a ser capaz de hacerlo y que iba a ser sencillamente una gran colaboradora.

 

Rachel Kushner: Evidentemente, la otra salida era Barbra Streisand.

 

Paul Thomas Anderson: La otra salida probablemente habría sido no hacer la película. Si ella hubiera sido realmente terrible, probablemente habría metido el guión en un cajón y no hubiera hecho la película —así que es incorrecto hablar de otra salida, porque yo ya la conocía y la verdad es que no había nada que ella no consiguiera; tal vez podría haber momentos en los que ella estuviera un poco fuera de lugar, pero es una aprendiz impresionante y con una curva de aprendizaje muy alta, y se adaptó inmediatamente.

 

Hay cosas como poder moverse rítmicamente por una habitación, y Alana no solamente lo logra, sino que puede hacer que las palabras suenen como si fueran pensamientos que salen de su cabeza, no solamente palabras que están escritas en una hoja de papel.

 

Rachel Kushner: Ya que lo mencionas, Tom Waits tiene el cameo más increíble en esta película, realmente prende fuego a las cosas —y no solo literalmente como en la escena de acción donde hay luces, llamas y la motocicleta. Me parece que utilizaste esta presencia única de Tom Waits en una película tan bien como lo hizo Robert Altman en Short Cuts. ¿Puede comentar acerca del casting y de ese personaje? Lo conocí a través de un talentoso director, que lo quería desesperadamente para una película. Él lo rechazó. Mi sensación es que él no dice que sí con frecuencia.

 

Paul Thomas Anderson: Con gusto. Yo ya había elegido a Sean Penn para el papel de Jack Holden y estábamos pensando en quién podría interpretar a Rex Blau, y Sean sugirió a Tom. Ellos se conocían socialmente. Me entusiasmó la idea, ya que podríamos preguntarle y tal vez tendríamos la suerte de que dijera que sí. Él acepto y vino a vernos. Hace falta mucha cosa para desbancar a Sean Penn como la persona más cool del lugar y de repente, cuando llegó Tom Waits, él se convirtió en la persona más cool de ese sitio.

 

Rachel Kushner: Tom Waits trajo consigo una botella de alcohol Everclear y mucha grasa de la cocina para interpretar a su personaje.

 

Paul Thomas Anderson: Así es. Lo bueno es que él puede —cuando se levanta y deambula por el restaurante, llamar por completo la atención de todos los presentes. Era esa parte de Tom, la del showman que veíamos toma tras toma y que no necesitábamos, ya que solamente queríamos ver cómo lo hacía.

 

Rachel Kushner: Su lenguaje corporal y su voz: él estuvo maravilloso. Él y Sean Penn, en sus escenas imborrables, ambos suenan como fumadores en lista de espera para que les hagan una traqueotomía. De Tom Waits es lo esperado, porque así es su voz. Pero en el caso de Sean Penn, su voz en la película tiene este increíble y rico sonido que retumba. Parece una especie de broma, y al mismo tiempo es tan poderosa y maravillosa. Quiero decir, la voz de Sean Penn no es tan grave de manera natural, ¿verdad?

 

Paul Thomas Anderson: La voz de Sean Penn no es tan grave, pero él es un gran actor y cuando empezaba a hablar con esa voz, ratificabas que es una estrella de cine.

 

Rachel Kushner: Realmente sentí esto que dices mientras veía la película. En el momento en que Tom Waits y Sean Penn hacen sus grandes y espléndidas apariciones en la pantalla, con ese estilo del “viejo Hollywood” en el Valle de San Fernando, el ambiente que crean es tan surrealista para el espectador como lo es para Gary y Alana. Me siento totalmente en línea con estos dos personajes que me parecen reales, así como las bizarras y sorprendentes intrusiones de Bradley Cooper, Tom Waits y Sean Penn, desde la perspectiva de Gary y Alana.

 

Pero volvamos a lo esencial, si no les importa. Cuando hablé contigo el verano pasado, dijiste algo como: “Oh, hice esta película durante la pandemia, fue algo divertido que se integró fácilmente e involucró a amigos y familiares”. Hiciste que sonara poco relevante, dice riendo, ¡y no lo es en absoluto! Es complicado, preciso y épico, lleno de actuaciones maravillosas y también, hay un compromiso por liberar cierta esencia del pasado, de la década de 1970, como un genio que sale de una botella.  No es fácil hacerlo bien. No soy del Valle de San Fernando pero pertenezco al mundo de esta película, porque los años 70 representan mi infancia. Más que reproducir detalles, has conjurado la época casi como un truco de magia: la propia luz, los gestos y las expresiones en los rostros de la gente. Sin embargo, la historia en sí es atemporal: un chico que conoce a una chica. La película está estructurada por esta hermosa ráfaga de poder que va y viene entre estas dos personas. ¿Cómo fue hacer fácil y rápido esta increíble película?

 

Paul Thomas Anderson: Gracias. Yo mismo no podría haberlo dicho mejor, es muy amable de tu parte. Es gracioso porque creo que salió muy fácilmente y tal vez había estado ahí esperando durante mucho tiempo, hace muchos, muchos años sembré la semilla de esta idea de este chico y esta chica, a lo largo de los años de mi amistad con un chico llamado Gary Goetzman que algunas personas podrían conocer y las historias que me contó sobre su juventud, la crianza de su hermano, sus experiencias con la apertura de una tienda de camas de agua en Encino; todas estas cosas que yo conocía íntimamente debido a mi lugar de origen estaban al alcance de la mano, y la única investigación que tuve que hacer fue dentro de mí mismo.

 

Y conseguir que estos personajes hablaran, fue —nunca se admite que escribir es fácil, pero cuando estás en tu mejor momento y sabes que estás con suerte cuando estás con el viento a favor que te lleva lejos, eso parecía que sucedería y era imposible de ignorar; tal fue por eso que se muestra menos estructurado de lo que es en realidad. Este fue el guión más estricto que jamás hayamos hecho y refleja exactamente lo que teníamos en el script; quitamos muy poco, en realidad filmamos la historia que escribimos. Me hace gracia que para lograr una soltura y simplicidad en la película, me pidieron que escribiera el guión más sólido y cortado a un nivel precisión quirúrgica. Ahora estoy divagando…

 

Rachel Kushner: Siento que cada uno de ellos sigue encontrándose con un mundo que puede hacerles daño y arruinarlos, y en cada instancia de un encuentro tan negativo, se vuelven el uno hacia el otro. En el otro encuentran a una persona que no les hará daño y a la que no quieren lastimar —de hecho, todo lo contrario. Su amor es casi familiar, ella es como su prima mayor. Incluso la ambición adolescente de Gary de ligar con una mujer adulta es muy inocente. Generacionalmente, en los 70, los chicos fantaseaban con mujeres adultas. Mi hermano y todos sus amigos tenían el mismo póster de Farrah Fawcett en un traje de baño rojo donde se notaba el pezón. Yo tenía esa camiseta porque era tan ingenua que solo pensaba que como todos los chicos cool la tenían, yo también debía tenerla, dice riendo. No me daba cuenta de que tenía una connotación sexual. De todos modos, cuando Gary se fija en Alana, es mucho más puro que un chico que anhela a Farrah en un traje de baño rojo. Él está respondiendo a un espíritu que ella emana. Está totalmente interesado en quién es ella y, lo que es más importante, en quién podría convertirse. ¿Cómo fue trabajar con Cooper Hoffman? Es muy bueno. Su mirada es increíble. Su rostro en primer plano. De hecho, hay muchos rostros en primer plano. Lo siento, son dos preguntas, pero ¿podrías hablar también de los rostros?

 

Paul Thomas Anderson: Bueno, cuando tienes una cara como esa (Alana) y tienes una cara como la de mi chico, Cooper, si estás haciendo tu trabajo como director, haces muchos acercamientos, pero tal vez uno tiene cierta idea sobre cómo filmar las cosas, pero en última instancia, eso surge a medida que lo tienes frente tu cara, y como gran parte de esta película es solamente entre ellos dos y te enfocas en eso, sigues centrándote en eso y no lo pierdes de vista: ahí estaba el núcleo de la historia. Cooper es magnífico, lo conozco desde que nació.

 

Cuando conoces tanto a alguien, tienes la ventaja de saber cuáles son sus puntos fuertes y la energía que puede aportar. En muchos aspectos Cooper es muy parecido a Gary: por ejemplo, en su inteligencia y en la manera en la que transmite las emociones. Luego se da la vuelta y suelta un gas, y ahí te das cuenta de que tiene 16 años. Es impactante cómo alguien puede ser tan inteligente emocionalmente y al mismo tiempo vivir tan fuera de la realidad. Así que eso fue lo que tratamos de capturar, ya que él tiene 17 años.

 

Rachel Kushner: Quieres esa dualidad o contradicción porque es parte de lo que ella está rechazando. Incluso al final, cuando piensas que Gary Valentine, un emprendedor de 15 años demasiado seguro de sí mismo ha cerrado el trato con una chica adulta, ella dice le: “Eres un idiota”.

 

Alana, háblame de la secuencia donde manejas, en la escena más tensa de la película. Estás al volante de un camión U-Haul de transmisión manual de los años 70 que se ha quedado sin gasolina, y vas marcha atrás (¡!) por caminos sinuosos. El camión no tiene dirección hidráulica, con gasolina o sin ella. Y realmente conduces esa cosa en reversa y a toda velocidad para mantener el impulso.

 

Alana Haim: Oh no, no hay dirección hidráulica, y yo soy quien va manejando. Me costó mucho trabajo conseguirlo; no solo fue entrar en ese camión, sino conocerlo y saber que podría hacerlo. Se necesitó mucha práctica.

 

Rachel Kushner: Todas las cosas geniales requieren práctica. Tú lo hiciste, y eso es realmente extraordinario. Y me atrevo a decir que aportas a ese U-Haul de los 70 lo que Alain Delon le ofrece a un Citroën DS 21 en una película de Jean-Pierre Melville. Esa escena es muy tensa, y el sonido es asombroso. Con el motor apagado, puedes escuchar la suspensión y el metal de la plataforma de la caja rebotando, es tan dramático.

 

Entonces, después de que ustedes bajan la colina en reversa, se produce un momento importante desde el punto de vista psicológico, un cambio de tono: tu personaje, Alana, comprende la gravedad de la situación y la cercanía del peligro, de una forma en la que Gary, su hermano pequeño y los otros niños que están en la parte trasera del camión, no pueden. Para ellos, es solo otra loca aventura.

 

Paul Thomas Anderson: Sí. Decididamente. Ese es un punto de partida para cualquier momento en el que muchos de nosotros que crecimos en esta época, para mirar hacia atrás a todas las cosas que alguna vez hiciste en las que podrías haberte matado, y que en ese momento realmente no pensaste que fuera un problema tan grande, pero desde otra perspectiva, piensas que no puedes creer que saliste bien librado. Particularmente, mientras crecía en el valle, las calles eran anchas, largas y rápidas o empinadas y estrechas, es algo atroz y sí, había mucho peligro alrededor. Así que es bueno que eso haya hecho eco.

 

Rachel Kushner: Paul, como te dije después de ver la película por primera vez, sentí que era tu American Graffiti. Licorice Pizza es una película completamente original, pero me refiero a la forma en que rindes homenaje. Tu película es una ofrenda para el Valle de San Fernando, como el de George Lucas hacia Modesto. ¿Recuerdas la escena del principio de American Grafitti en la que el personaje Toad choca su Vespa? Es muy graciosa. Anoche me enteré de que no estaba en el guión. El actor chocó la Vespa por accidente y George Lucas mantuvo la cámara encendida. ¿Sucedió algo así en el set de Licorice Pizza?

Paul Thomas Anderson: Todos los chicos que salen en la película no son actores. Son amigos nuestros, amigos de mis hijas e hijos. Los senté a ver American Graffiti y les dije que la razón por la que los hacía ver esa película: para que vieran algo que ocurre por accidente al principio de la película, y que se fijaran en que el actor no se había detenido, ni había dicho que lamentaba haber estrellado el ciclomotor, sino que siguió actuando. Así que si pasa algo, sigues actuando. Se las mostré porque mis hijos hacen películas y a veces están más obsesionados con las meteduras de pata de la película que con la propia película. Siempre tienen un rollo con todo lo que no sale bien durante la filmación, que es genial.

 

Y dije, pero las mejores meteduras de pata son las que puedes mantener en la película, así que esperábamos que ocurrieran algunos accidentes, como que alguien se estrellara con algo, pero nunca sucedió nada parecido.

 

Alana Haim: Te falta una.

 

Paul Thomas Anderson: ¿Cuál?

 

Alana Haim: ¿Cuándo se salió el rollo de la cámara?

 

Paul Thomas Anderson: Ah, eso fue un accidente. Eso no estaba en el guión, y ellos estaban —Benny Safdie estaba haciendo su escena con una cámara de 16 milímetros, y de repente empezó a escucharse el sonido que hacía el rollo de la película que se salía del carrete por accidente, y yo no pude contener la risa porque todo era demasiado perfecto, dado que estos chicos no tenían idea de cómo usar este equipo y simplemente lo arruinaron de inmediato. Ese es un ejemplo de un accidente que terminó siendo parte de la película y espero que realmente termine contribuyendo a la historia: su incompetencia para hacer la película.

 

Rachel Kushner: Pero parecía que Gary estaba saboteando deliberadamente los esfuerzos de Alana para tratar de separarse de él y una persona adulta. Qué accidente tan perfecto para la historia el que hay entre ellos.

 

Tengo que preguntar sobre la actuación de Bradley Cooper como Jon Peters, el productor, peluquero y novio de Barbra Streisand. Esa actuación es tan deslumbrante y ridícula de la mejor manera posible. Él simplemente… estalla. Háblame de Jon Peters y del trabajo con Bradley en ese personaje.

 

Paul Thomas Anderson: Los muchachos que tenían la compañía de camas de agua Fat Bernie’s me contaban historias, y decían que un día fueron a la casa de Jon Peters para entregar una cama de agua. Yo los escuchaba salivando, porque la reputación de Jon Peters era impresionante, la de un loco productor de Hollywood. Ellos dijeron: “No hay mucho que contar, era el tipo más simpático del mundo, nos dejó entrar en su casa y montamos la cama de agua. Él se estaba yendo al cine con Barbra y nos pareció genial”. Yo pensé que eso no era muy bueno en la película. Teníamos que hacer algo mucho más interesante.

 

Soñé con este escenario que parecía tener sentido sin haber conocido a Jon Peters, solo escuchando su reputación, embelleciéndola y haciendo un aporte salvaje para cualquier tipo de productor de cine extravagante y realmente importante en la década de 1970. Mantener su nombre, Jon Peters, era importante, porque él estaba saliendo con Barbra Streisand en ese momento y te imaginas que esa sombra debe cernirse sobre el personaje de Alana, porque Barbra estaba en la cima de su popularidad en ese momento. Así que eso se convierte en una oportunidad para ingresar en un mundo más grande y fuera del valle.

 

Aunque Jon Peters vivía en Encino y tenía una estética en Encino, todo es una invención, pero por lo que tengo entendido no está lejos de la verdad. Bradley Cooper —Bradley es un actor estupendo y yo quería trabajar con él desde hace mucho tiempo, así que la oportunidad de que él hiciera esto estaba frente a nosotros, y que él aceptara, fue genial. Fui a ver a Jon Peters, le dije que iba a hacer esta película, y me contestó que era genial, y que como no leía nada, que le dijera de qué se trataba. Le describí la historia y dijo: “Ah, esto es genial, es una gran historia, ¿quién me interpreta?” Le dije que Bradley Cooper y él pensó que era un gran elenco.

 

Rachel Kushner: ¿Él tenía que autorizar todo eso?

 

Paul Thomas Anderson: Bueno, no creo que tuviera que hacerlo, pero pensé que sería una cortesía decirle que él iba a estar en esta película que yo estaba haciendo.

 

Y entonces —lo que había escrito era que cuando él volvía al auto, simplemente les gritaba por su incompetencia. Me miró, y me dijo que él no haría eso. Le pregunté qué es lo que haría, y me dijo que trataría de seducirla. Eso fue de mucha ayuda para la historia.

 

Rachel Kushner: Es un momento increíblemente divertido. Todo su “porte” es sorprendente. Esos pantalones blancos tan ajustados me dejaron pensando, ¿Paul trajo a las costureras de su película El Hilo Fantasma para sacarle las medidas?

 

Hablando del aspecto de la película, el rostro de todos tiene la complejidad imperfecta y viva de los rostros reales. Un brillo de sudor, un brillo de lo humano. Y eso, ¿cómo se hace? ¿Se logra solamente usando menos maquillaje, o con una iluminación diferente? ¿Cómo se consigue que la gente parezca tan humana y real?

 

Paul Thomas Anderson: Bueno, eso es un —gracias, lo tomo como un cumplido. Alana, ¿como lo hicimos?

 

Alana Haim: ¿Cómo lo hicimos, Paul?

 

Paul Thomas Anderson: Bueno, había una regla muy estricta de que no se permitía el maquillaje, y en el caso de que Alana llevara maquillaje, sería —se lo pondría ella misma y sería muy evidente que así había sido.

 

Rachel Kushner: ¿Como en la entrevista de trabajo? (Así es). Ella está usando —¿de verdad conoces los movimientos de “Quick Draw McGraw” (Tiro Loco McGraw) como te preguntan en la entrevista/audición?

 

Alana Haim: Lamentablemente no sé Krav Maga, pero ahora siento que necesito aprender. Me peiné y me maquillé yo misma y algunos maquillajes son un poco locos, pero al final fue genial. Todos teníamos granos y todos estábamos sudorosos en el valle. Me encanta cómo se ve.

 

Paul Thomas Anderson: Suele haber una exageración de lo que se conoce como retoques, que es un proceso interminable que se interpone en la realización de una película y que consiste en unas 50 personas que se apresuran a poner en su lugar hasta el último mechón de pelo de la cabeza de cada actor. Es algo que distrae mucho y no sirve para nada si estás haciendo una película sobre quinceañeros corriendo por el valle en 1973.

 

Rachel Kushner: ¿No quisiste que hubiera retoques?

 

Paul Thomas Anderson: Simplemente no los quise.

 

Rachel Kushner: La gente tiene ese maravilloso brillo en la cara que es tan agradable. En la película se corre mucho, y la gente está sudando. Estaba pensando en el gran género de las películas para niños, como Small Change de François Truffaut. Los niños de esa película siempre están corriendo. Creo que todos corríamos mucho cuando éramos niños.

 

Paul Thomas Anderson: Bueno, como fuera que te movieras —en el valle podía ser en bicicleta o en patineta, tal vez en transporte público o corriendo y, si tenías suerte, te encontrabas a alguien con un auto. Creo que la relación entre Gary y Alana funciona tan bien porque ella puede manejar, y la mayor amenaza que podría suponer para él en un momento determinado sería “ya no voy a llevarte más”. Luego te adentras en el meollo de la cuestión de su relación y la mayor declaración que él podría hacer por sí mismo sería decir «está bien, porque no necesito que lo hagas». Hay grandes desafíos entre ellos dos.

Rachel Kushner: Hablemos de los requisitos estructurales para la supervivencia en el Valle de San Fernando entre los 12 y 15 años. Ambos crecieron en el valle, así que este tipo de cosas son recuerdos reales de la infancia de ustedes dos.

 

Alana Haim: Al igual que Gary, no obtuve mi licencia de conducir hasta los 18 años. Así que mis hermanas tenían que llevarme a todas partes y cuando se negaban hacía un berrinche, y como nunca funcionaba, me quedaba sin salir. Así que entendí el dolor de Gary cuando me negué a llevarlo.

 

Rachel Kushner: ¿Obtuviste tu licencia de conducir tarde, y ahora Paul te hizo sacar una licencia de camión comercial de clase C? Estoy bromeando. Tal vez hiciste esas escenas sin licencia de conducir. Es la habilidad lo que cuenta.

 

Paul Thomas Anderson: No sé si tú tienes una licencia, pero ella sí, y le llevó entre dos y tres meses la capacitación del manejo de camiones.

 

Rachel Kushner: ¿En una escuela profesional de manejo de camiones?

 

Paul Thomas Anderson: Contamos con la ayuda de los dobles de acción.

 

Alana Haim: Teníamos un increíble equipo de dobles de acción que fue muy paciente conmigo, y recuerdo claramente cuando vi al camión por primera vez. Me acuerdo que Billy, uno de los coordinadores de dobles, estaba tratando de ponerlo en reversa. Me dijo que me iba a costar mucho ponerlo en reversa y yo estaba decidida. Aquí estamos tú (el camión) y yo y vamos a hacerlo, vamos a —voy a ponerte en reversa, voy a hacerlo, lo haré, y después de 15 minutos hablé con él.

 

Le dije al camión que íbamos a hacer esto juntos, y que íbamos a superarlo. Recuerdo el segundo en que puse el camión en reversa, metí el embrague, lo puse en marcha atrás y empecé a retroceder. Ese fue el día en que me convertí en Alana Kane.

 

Rachel Kushner: ¿Cómo fue trabajar con Paul como director en términos de ofrecer, ya sabes, consejos e indicaciones para interpretar el papel?

 

Alana Haim: Confié en Paul para todo, y él confió en mí. Quería hacerlo todo, estaba preparada para cualquier cosa que se me ocurriera en cualquier momento y estaba tan emocionada por formar parte de este proyecto, que si Paul me hubiera dicho que me tirara en paracaídas al día siguiente habría dicho, ¿dónde está mi paracaídas? Todo se basó en la confianza.

 

Paul Thomas Anderson: Tienes que considerar un momento en el que habrá una transferencia porque ella nunca lo ha hecho antes, así que esos primeros cuatro o cinco días, ella probablemente se apegará al guión y no se sentirá tan arrogante y confiada como para salirse de él, aunque para el segundo día, ya estaba manejando ese camión junto a Bradley Cooper, quien comienza a improvisar y a tratar de seducirla. Así que fue una prueba de fuego y ella estaba allí, pero esperas que llegue un cierto momento donde la necesitas, cuando necesitas que te diga qué está pasando porque ya no es mío, es de ella, y hubo un momento muy bonito en el que eso surgió. Es cuando ella está caminando con el novio, Lance, fuera de la cena de Shabat.

 

Y yo había escrito una escena medio mala, que era un poco plana y ella lo sabía, así que preguntó, “¿puedo hacer algo?” Tal vez ni siquiera dijo eso. Ella ni siquiera preguntó, simplemente salió por la puerta y dijo “¿Cómo es tu pene?” Yo pensé, “esa es mi chica, eso es por lo que pagué”.

 

Rachel Kushner: Tu papá es realmente genial en la película.

 

Alana Haim: Mi papá es buenísimo. Es increíble, maravilloso.

 

Rachel Kushner: Él no interpreta una especie de cliché de un padre estricto, porque dice: “¿Qué diablos pasa?” Es estricto, pero también flexible.

 

Alana Haim: Creo que mi escena favorita con mi padre fue cuando vuelvo y le grito. Respeto mucho a mi padre, yo era una niña muy obediente, quería a mi padre, y nunca, nunca le gritaría. Y para la película él se puso en plan método de actuación, y yo me preguntaba si mi papá me iba a querer después de esta película. Afortunadamente, me quiere, es increíble y tengo mucha suerte de que haya interpretado a mi papá. Gracias por elegir a mi propio padre como mi padre en esta película.

 

Rachel Kushner: Pero, ¿él sabe hacer los movimientos de “Tiro Loco McGraw”?

 

Alana Haim: ¿Él? No lo sé, creo que nunca se lo he preguntado. Seguramente conoce algunos movimientos, no hay forma de que no sepa algunos de ellos.

 

Rachel Kushner: Su personaje es tan fuerte que cuando regresas a casa con ese sujetador con relleno curiosamente sexy, la parte inferior del traje de baño a juego y los tacones de tiras blancas, yo estaba de su lado. Yo también pensaba, ¿qué diablos?, ¡ella no puede entrar a la casa con ese aspecto!

 

Alana Haim: Yo nunca habría entrado en mi casa luciendo como Alana Haim, pero Alana Kane hace lo que le da la gana, no le importa ni le interesa, y entrará allí usando un bikini de lunares.

 

Paul Thomas Anderson: Él no sabía que ella iba a entrar viéndose así y por ello, esa reacción es muy, muy honesta. ¿Qué diablos? Esa fue la primera toma y luego tratamos de seguir haciendo tomas pero no mejoró esa reacción la tuvo la primera vez que la vio entrar. Pero más tarde me apartó y me dijo: ya las he visto entrar usando esas m—erdas.

 

Rachel Kushner: Sus hijas son estrellas de rock and roll. Quiero decir, que si no hubiera visto nada igual antes, sería un poco raro, ¿no?

 

Todos los que conozco que son del valle me han dicho que Licorice Pizza era una tienda de discos donde pasaban los fines de semana. Yo soy de San Francisco, y para mí era Record Factory, pero quizás era el mismo tipo de lugar, donde vas a pasar el rato y donde consolidas tu identidad adolescente. Incluso nuestra ropa estaba dictada por la tienda de discos. Todos teníamos la misma camiseta de la banda Journey que podías comprar por un dólar en un barril junto a la puerta del lugar.

 

Acerca de la banda sonora, ¿sabías mientras filmabas qué canciones podrías usar? ¿Tocaron alguna canción en el set?

 

Paul Thomas Anderson: Fue —bueno, ¿sabes qué? En general recuerdo a Alana en la primera escena de la película, cuando va caminando y se encuentra con Gary. Alana camina con gran ritmo, y he trabajado con ella lo suficiente como para hacerle saber que la canción “July Tree” va a estar sonando en ese momento, para que ella sepa a qué ritmo tiene que caminar.

 

A todos los chicos les di algunas piezas de música que tal vez no habían escuchado antes, pero sus padres les han puesto esa música desde que eran pequeños.

Hubo una gran oportunidad dentro de ese Pinball Palace cuando filmamos las escenas donde reproducíamos música entre tomas, solo para mantener —los sets de rodaje de películas pueden volverse aburridos y lentos cuando estás preparando las luces y están sucediendo cosas. Tienes a todos los chicos allí, y las máquinas de pinball son divertidas durante una media hora, pero luego poníamos algo de música para mantener el ritmo y el ambiente, pero aunque la música se insertaba después del rodaje, yo ya tenía una idea de cómo se escucharía. Estuvo bien porque pudimos reproducir la música y luego grabar la música que estuvimos tocando en ese espacio, y eso suena mucho mejor que tener que imitarla más tarde.

 

Rachel Kushner: Me encanta que vaya caminando con la música de Nina Simone de fondo, y esa escena me gusta por muchas razones: su “falda pantalón” blanca, su timidez, la química de fricción inmediata entre ella y Cooper Hoffman, pero además, que los estás filmando a lo largo de los pasillos de la escuela secundaria de Portola, en Tarzana. Mi hijo se acaba de graduar en esa escuela en junio pasado, y la reconocí de inmediato. Aunque nunca escuché a Nina Simone en el patio.

 

Paul Thomas Anderson: No, no se escucha mucho a Nina Simone en el patio de una escuela.

 

Rachel Kushner: Y en esa escuela, los casilleros están tan destrozados que te hacen ir una semana antes para practicar cómo abrir tu casillero. De todos modos, es genial ver todas esas locaciones.

 

Paul Thomas Anderson: Bueno, es en Portola donde —ahí es donde comenzó la historia, cuando vi a esta chica, era el día de las fotografías y todos los chicos estaban formados y este, este chico de secundaria estaba molesto con la chica que trabajaba para la compañía de fotos y que solo está tratando, de manera muy evidente, conseguir su número de teléfono o algo… y esa es la semilla que da inicio a todo lo demás.

 

Rachel Kushner: ¿Un chico de octavo grado?

 

Paul Thomas Anderson: Sí. Se grabó en mi cerebro como una premisa imposible y muy buena. ¿Qué pasaría si él realmente la convenciera de tener una cita y en contra de lo que ella piensa, apareciera enojada por ir a la cita?

 

Rachel Kushner: Es increíble. De camino aquí, me encontré con 40 chicos en traje, estudiantes de Portola, que estaban al otro lado de la calle comiendo en California Pizza Kitchen. Aparentemente, hoy tenían la representación del modelo de la ONU en el campus de la UCLA.

 

Paul Thomas Anderson: Eso me emocionó mucho porque —Westwood, tengo tanto cariño por Westwood, que no sé cuántas personas vinieron aquí de niños a ver películas, tal vez incluso aquí en este mismo cine o el que está al otro lado de la calle. Solía haber 10, 15 cines más distribuidos a lo largo de Westwood Village. Era el mejor lugar para venir a ver una película. Así que el placer de estar aquí en este cine, donde vamos a estrenar la película y estaremos exhibiéndola durante un mes, la idea de que había 40 chicos de Portola, cuando me enteré solo quería agarrarlos y llevarlos al cine.

 

Rachel Kushner: Eso habría sido excelente. Cuando mi hijo se detuvo a saludarlos, pensé lo mismo que tú. Pero habría sido un descaro de mi parte presentarme con cuarenta invitados adicionales. ¡Mi invitación solo permitía un acompañante! Espero que vengan a ver la película. Espero que todos los que puedan la vean en 70 mm, en una pantalla grande. Entonces, ¿se exhibirá aquí durante un mes?

 

Paul Thomas Anderson: Va a exhibirse aquí en las proyecciones especiales durante las próximas dos semanas. Luego vamos a estrenarla solamente en este cine después del día de Acción de Gracias, y se quedará aquí hasta el día de Navidad. Así que, ya sabes, si vas a salir de tu casa, este es un buen lugar para venir.

 

Rachel Kushner: Este cine es un auténtico palacio del cine. Gran pantalla, gran sonido, y 70mm, donde se han proyectado grandes cintas: Napoleon!, It’s a Mad Mad Mad Mad World!  y Licorice Pizza! Sé que pasaste una semana en el cine realizando todos los ajustes para que todos pudieran tener una experiencia visual perfecta. Como una de las pocas afortunadas que ya han visto esta película más de una vez, puedo declarar que eso la vuelve dos veces más dulce, dos veces más rica, y doblemente profunda. Muchas gracias a los dos.

 

Paul Thomas Anderson: Gracias Rachel. Muchas gracias a todos.

 

Alana Haim: Gracias a todos.

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